EL SENTIDO DE LAS PEREGRINACIONES
Recorrer un camino con una intención consciente de encuentro con lo sagrado de un lugar; entrar en el radio de influencia de puntos nodales donde convergen historias, mitos, leyendas, de centros de radiación de energía primigenia o manifestaciones de algún principio superior, es el común denominador de las peregrinaciones como práctica común de religiones y culturas.
Sin alguna pretensión objetiva, mas bien una disposición subjetiva, recorriendo un camino afuera, se realiza una conexión interna. En una peregrinación cada paso es una meta y un punto de partida, y en el paso a paso, lo implícito, que difícilmente se puede describir con palabras, se hace parte de esta antena viva, el caminante, el peregrino.
El peregrino se hace camino vivo, con una potencia y cualidad que depende de lo natural del lugar y que se vivifica según la potencia y cualidad del peregrino. Sierra Nevada, Jerusalén, Goby, Kailash, Andes, Shasta, Niliguiris, han sido, entre otros, lugares que una red de peregrinos ha visitado en los últimos 25 años, con esta intención de ser camino y antena viva, llenando el cáliz del alma grupal, que ofrendan en la cotidianidad con un sentido de servicio a la humanidad y al planeta.
Así, peregrinando, lo que ha estado salvaguardado o inaccesible en los lugares sagrados, empieza a develarse y a estar presente en el campo de conciencia y radiación del peregrino y a través de él, en lo cercano a él, en distintas partes del planeta, conforme regresa, nunca volviendo a ser el mismo. Así se va tejiendo una red de resonancia humana, como también una red de antenas que, diseñadas para restablecer la resonancia armónica de la red etérica planetaria, se han sembrado en más de 800 lugares, en todos los continentes.
El peregrinaje continúa
Luz Angela Carvajal P