CÁNCER 2017
(Por Isabella Di Carlo)
El pensamiento semilla para Cáncer es “ CONSTRUYO UNA CASA ILUMINADA Y EN ELLA HABITO” Una casa iluminada es una personalidad luminosa, que por su transparencia transmite la luz del alma al entorno. La luz del alma trae consigo sanación, inspiración y dirección. Sólo tejeremos de nuevo la red planetaria a la luz del alma, sólo tejeremos nuevamente las redes entre nosotros, si vivimos con los valores eternos, los del alma, ese es el llamado y la plenitud es la recompensa. El camino entre la primera respuesta al llamado y la plenitud, es el que estamos transitando de la mano, como hermanos, al meditar, al servir, al conectarnos nuevamente con la naturaleza de la que formamos parte.
Conectar con el alma y transmitir su poder, su sabiduría y su belleza constituye el propósito central de la encarnación, a eso vinimos, a experimentar la vida con sabiduría que no es sino intercambiar luz, cuidar unos de otros, acompañarnos, enriquecernos y completarnos en nuestras relaciones.
CÁNCER Y EL CORAZÓN
Cáncer es el cuarto signo solar del zodiaco, la cuarta casa se relaciona con los asuntos domésticos, la familia, las raíces. Cuando uno piensa en casa, piensa en comodidad, en descanso, en relajación, en la familia, en los suyos. Cuando vivimos Cáncer en un nivel mundano, esto significa pertenencia emocional y conlleva la esclavitud correspondiente. La esclavitud de la posesividad, del apego, el egoísmo y los innumerables conflictos inherentes. La solución que da la sabiduría es ampliar el círculo de nuestros afectos más y más, hasta disolver el concepto de lo mío, saber que nada nos pertenece, que nosotros pertenecemos a la vida; saber que no vinimos a tomar, sino a dar; saber que si algo es verdad sólo para unos pocos, es una gran mentira y llegar a vivir, a pensar, obrar y sentir en términos del bien de todos, es decir de todos los seres.
Quizás nadie lo exprese mejor que Albert Einstein: “Un ser humano es parte de un todo, llamado por nosotros el “Universo”, una parte limitada en tiempo y espacio. Experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto – una clase de ilusión óptica de su conciencia-. Esta ilusión es una de prisión para nosotros, que nos limita a nuestros deseos personales y al afecto por unas pocas personas cercanas. Nuestra tarea tiene que ser la de liberarnos nosotros mismos de esta prisión para ampliar nuestros círculos de compasión hasta abarcar a todas las criaturas vivientes y a la naturaleza entera en su belleza”.
Quienes se orientan espiritualmente pueden transformar su casa (su cuerpo) en un templo, y así liberarse para después liberar a otros. Hoy día la humanidad está atada por el cuerpo. La humanidad vive para el cuerpo y sirve al cuerpo, ( y a las posesiones materiales) es una situación invertida. La visión correcta es darse cuenta de que el cuerpo vive gracias al alma y que es un precioso vehículo destinado a servir al alma y a sus propósitos.
Cáncer tiene una relación íntima con el corazón, ya que alma encuentra su casa, su descanso en el corazón. El ángel solar que en Aries estaba en el Sahasrara y en Tauro desciende al Ajna, para ingresar a la garganta en Géminis, ingresa al corazón en Cáncer. Si podemos vivir l las oportunidades del tránsito del sol por Cáncer habitaremos más fácilmente que en ningún otro momento del año nuestro propio corazón. La cualidad del corazón es el amor y la sabiduría su esencia. En casa, es decir, en el corazón, uno puede reflexionar sobre su propósito de vida, sintonizarse con el propósito Divino. Uno puede permanecer en equilibrio, construir correctas relaciones y obtener en su meditación valiosas revelaciones internas.
Cáncer no sólo representa los instintos, en las personas avanzadas representa la intuición. Siendo Cáncer el segundo signo cardinal, el conocedor utiliza el mes de Cáncer para revisar la Voluntad Divina, conectando con el inicio de Aries, reflexiona sobre los conocimientos técnicos para manifestar la Voluntad y reorganiza su actividad para manifestarla durante los nueve meses siguientes del año solar.
CÁNCER – LA MATERIA Y EL MAESTRO
Iluminar la vida, es restaurar el orden original, verdadero de las cosas. En el orden verdadero la materia y el espíritu comulgan en forma armónica y la materia transparente es el vehículo de manifestación del espíritu.
Todo en la creación tiende a la unión, a la síntesis.En el zodíaco Aries representa el amor del padre, y en nosotros por analogía rige la cabeza, el Ajna. En el zodíaco Cáncer representa la caricia de la madre y por analogía rige el corazón. La tarea de unir padre y madre en nosotros, cabeza y corazón, es la más noble de las empresas a las cuales podemos dedicarnos.
El Sol está exaltado en Aries y la Luna es el Señor de Cáncer. El Sol y la Luna juntos tejen la creación Sol-Lunar, relacionarse a la creación, nos hace universales, es decir nos regresa a nuestra verdadera identidad. Es el propósito de la Jerarquía, que la humanidad regrese a las festividades solares, para poder ocupar su lugar como partícipe del plan de la creación. Meditar es una actividad que purifica, ordena y ennoblece, sin embargo hasta no meditar de acuerdo al todo mayor, a las virtudes y energías de los signos, el estudiante de sabiduría, no logra construir la casa en su verdadero esplendor.
Citemos al Maestro KPK en relación a la Luna como Señor de Cáncer: “La Luna lleva las características de la fertilización, germinación, crecimiento y volumen. La Luna confiere la dicha, da la experiencia del Amor, permite relacionarse con la materia, lleva consigo magnetismo. El esplendor de la Luna nunca puede explicarse en su totalidad. Cuando las escrituras hablan de la Luna, hablan del principio reflectante, y no solo del satélite que vemos. El satélite es solo el medio para que el principio lunar se refleje sobre la tierra.
El conocimiento de experimentar el mundo en sus nueve capas sin quedar condicionado es el conocimiento del Yoga. Un Maestro es esencialmente un yogui. Él da la clave de la vida en todos los nueve planos. También recuerda la identidad esencial del Alma con el Espíritu. Por esta razón al Maestro se le venera en el mes de Cáncer y especialmente durante las horas de la luna llena”.
ENERGÍAS DISPONIBLES
La meta de Cáncer es entonces construir una casa, una personalidad, que nos sirva de protección frente a los tropiezos y agresiones, que nos permita aprender, crecer y ampliar nuestro contacto con planos cada vez más sutiles. Lo logramos a través de nuestras correctas relaciones con nosotros y los otros (valores eternos ) a través del compromiso que tengamos para servir y auto-perfeccionarnos.
Las energías disponibles son:
Tercer rayo – da la sabiduría de construir – se le llama Gran Arquitecto del Universo. La construcción se hace una vida tras otra, y nada de lo que se logra, se pierde.
Sexto Rayo – procedente de Neptuno, regente esotérico de Cáncer – da consagración, dirección, devoción.
Cuarto Rayo – la Luna – crea la voluntad de armonizar y relacionar una buena construcción es bella y lo es debido a la armonía de sus proporciones. El cuarto rayo produce síntesis de los contrarios y los vuelve complementarios.
Séptimo Rayo – también está activo – confiere capacidad de materializar, orden, ritmo y por tanto capacidad de alienarse con el ciclo anual de meditación para expandir la consciencia y construir el templo.
CUANDO LA CASA ESTÉ ILUMINADA
Cuando la casa esté iluminada emplearemos la materia con sabiduría, los recursos del planeta así como los nuestros, serán usados con habilidad para el bien de la vida. El progreso de todos será nuestro objetivo; educar, sanar, acompañar serán actitudes naturales, porque nos habremos ocupado primero de sanarnos y educarnos. Distribuir nos parecerá mucho más sano que acumular, compartir nos parecerá lo más disfrutable, ver el progreso de otros nos causará la misma dicha que ver el de nuestros hijos.
Cuando la casa esté iluminada sabremos que sólo progresamos en la medida en que favorecemos el progreso de otros, sentiremos que contribuir a la cesación del sufrimiento, da pleno sentido a nuestros días y en relación al dolor personal sabremos que la adversidad es un maestro que nos purifica.
Cuando la casa esté iluminada, atesoraremos el silencio, veremos que la crítica es un dardo envenenado que siempre da en el blanco, consideraremos que hablar sin escuchar es ignorante, y sentiremos que manipular es tenebroso; sabremos asimismo que ninguna deuda se queda sin pagar y que pagarlas puede ser amargo, pero libera.
Cuando la casa esté iluminada sabremos que sólo se pierde lo que no se da; que sólo debemos dar lo necesario y que nos pertenece sólo lo que conquistamos adentro.
Cuando la casa esté iluminada sabremos que la vida es un viaje mucho más largo que la duración del cuerpo y actuaremos para la eternidad.
Cuando la casa esté iluminada el amor será lo que encienda nuestra mirada y no temeremos nada, ya que el fuego que nos habita es solar y el sol jamás se apaga.
Meditación sugerida para la luna llena de cáncer
- Realizar 7 OM.
- Visualizar a los grupos de meditadores de todo el planeta conectados por triángulos equiláteros de luz, como una red.
- Ser consciente de que esa red constituye, junto con la Jerarquía planetaria y sus asuramos (en las montañas sagradas de todos los continentes) la red de recepción de la energía.
- Ser consciente de que la constelación de Cáncer, de Neptuno, emitiendo hacia el Sol, y la Luna como polo emisor, visualizar la relación entre el polo emisor y la red de recepción.
- Visualizar una estrella de cinco puntas anaranjada o azul en el entrecejo. Decir mentalmente YO SOY EL ALMA, EL ALMA SOY YO.
- Visualizar nuestros diferentes cuerpos inundándose de la energía del amor (en color azul índigo) y transformarse hasta quedar sólo constituidos por dicha energía. Empezar con nuestro cuerpo energético mental, seguir con el emocional, y terminar con el físico etérico.
- Meditar sobre el pensamiento semilla por lo menos durante quince minutos: “construyó una casa iluminada y en ella habito”.
- Reflexionar durante cinco minutos cómo desarrollar una conciencia madura, que permita comprender la unidad con toda la humanidad, lo que logrará disminuir el dolor en el planeta.
- Decir en voz alta el Mantram de unificación:
“Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno con ellos. Busco amar y no odiar: Busco servir, no exigir debido servicio: Busco curar, no herir. Que el dolor aporte el debido premio de la luz y el amor. Que el alma controle a la forma externa. Y a la vida y a todos los acontecimientos, y revele al amor, que subyace en los sucesos del tiempo. Que lleguen la visión y la intuición. Que se revele el futuro. Que se demuestre la unión interior y desaparezcan las divisiones. Que prevalezca el amor. Que todos los hombres amen.”
- Decir nuevamente la Gran Invocación.
Bibliografía:
- Bailey, Alice A. Tratado sobre los 7 rayos, tomos III-IV. Editorial Kier, Buenos Aires 1982.
- Saraydarian, Torkom. Sinfonía del zodiaco. Editorial Kier , Buenos Aires, 1986.
- Bailey, Alice A. Los trabajos de Hércules (una interpretación astrológica) Luis Cárcamo editor, Madrid, 1986.
- MAESTRO KPK – SEMINARIO EN BILLERBECK JUNIO DE 2014