La meditación será guiada por el Dr. Jorge Carvajal y tendrá como objetivo ayudar a Restaurar la Red Etérica del Planeta.
El 10 de Mayo de 2017 se celebra el “Día de Vesak” (Vesak Day o Visakha Puja), el día más sagrado para millones de budistas de todo el mundo. Fue en el día de Vesak hace 2.500 años, más exactamente en el año 623 A.C., cuando nació Buda. Asimismo, fue también en este Día de Vesak cuando Buda alcanzó la iluminación y también fue en el Día de Vesak cuando falleció a los 80 años de edad. Wesak marca el punto más elevado del año espiritual cuando las fuerzas de iluminación asociadas con el Buda se vierten en nuestro planeta.
Desde 1952, en la Luna Llena del Vesak, se aprovecha para celebrar el Día Mundial de Invocación, una fecha de oración y meditación global que se utiliza para invocar las energías espirituales de luz, amor y propósito, independiente a la fe que se profese.
Anímese a participar en la meditación grupal durante la luna llena de mayo y así entre todos poner nuestro granito de arena y Ayudar a Restaurar la Red Etérica del Planeta.
Esta meditación también servirá para conmemorar el primer año de siembra de antenas de armonización planetaria, en el que entre todos hemos sembrado 323 antenas en 41 países. En el próximo año nos gustaría que todos los países del mundo tuvieran sembrada al menos una antena.
Aquellos que aún no conozcan el proyecto para Restaurar la Red Etérica Planetaria, pueden obtener más información en www.unmundomejor.life, visualizar el vídeo explicativo de Jorge Carvajal o leer el texto extraído de los conceptos del citado vídeo.
Restaurar las redes planetarias.
En la delgada capa donde prolifera la vida orgánica, miríadas de organismos vivos formamos el holograma dinámico que representa la estrategia de comunicación más grande del planeta.
Todo tipo de contaminación: la atómica, la petroquímica, la electromagnética, y también las de la injusticia y la violencia, generan disrupciones en la comunicación a través de esta delicada trama, que representa la circulación de la tierra viva. Somos antenas de Gaia, ese gran magneto cuyas líneas de campo transfieren corrientes de energía y patrones de información que nutren todas las formas de su vida.
Cuando esa red sutil de comunicaciones se altera, cada célula, todo órgano y el organismo entero de la tierra pierde su integridad.
UN MUNDO MEJOR te propone, con su programa de antenas para restaurar la red, ser un tejedor de la trama de la tierra.
Toda la Tierra está emitiendo un campo electromagnético del que nos estamos nutriendo. El electroencefalograma de los mamíferos, nuestros ritmos biológicos están en relación con ese campo magnético.
Pero ese campo magnético no está aislado porque asciende hasta la atmósfera, y en la atmósfera se conecta con los campos magnéticos que vienen por fuera de la Tierra, con el campo magnético solar, e interaccionan.
De tal modo que nosotros somos producto de esa interacción, digámoslo así, de la Tierra y el cielo. Cada montaña emite, cada zona de la Tierra tiene su campo magnético local. Cada célula está emitiendo en un espectro electromagnético.
Nosotros somos antenas y tenemos alrededor de 1,70 metros de altura. Como antenas estamos emitiendo en una longitud de onda y una frecuencia precisa, que es alrededor de 100MHz. Cuando nosotros nos vamos hasta el ADN y si miramos el ADN como una antena que tiene 2 metros, también está e mitiendo y podemos calcular exactamente su emisión.
Así que todo emite en rango de frecuencia. Cada uno de nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestra emanación electromagnética, tienen una frecuencia. Cada uno de nuestros órganos tiene una frecuencia.
Y si concebimos a la Tierra como Gaia, como un organismo vivo, también está en comunicación permanente. En resonancia, las cadenas montañosas, las grandes masas de agua, la selva, los árboles, todo está en resonancia. Si miramos, por ejemplo, un bosque, nos podemos dar cuenta de que cuando viene un incendio forestal o cuando viene una onda epidémica, por ejemplo, el árbol que recibe esta señal de estrés inmediatamente, se va a comunicar con los otros árboles y se va a generar una estrategia adaptativa de todo el bosque. De tal manera que el bosque, no es la suma de árboles, también es un organismo vivo.
Cuando miramos la Tierra, entonces tenemos lo que es la litosfera, es como el esqueleto de la Tierra. Tenemos la circulación, la sangre de la Tierra, verdaderos ríos internos, Amazonas internos, que están en comunicación. Si miramos las montañas, si miramos la biosfera que es como la antena interna inteligente de la Tierra, dónde se está elevando la frecuencia, entonces nos damos cuenta que es una tierra viva en comunicación.
Pero cuando hay una explosión atómica, cuando hay una explosión social, cuando hay un infarto en la economía, estamos generando cortocircuitos a nivel de esa antena que podemos concebir, como una red de intercomunicación que da la integridad de la Tierra.
La Tierra pierde unidad cuando esas redes se rompen. Y ahora, la propuesta es restaurar la comunicación en la Tierra, entre el Norte y el Sur, entre el Oriente y el Occidente. También en el plano físico, porque hemos hecho con la contaminación barbaridades con la Tierra.
Así que, cuando se proponen antenas, no es un hecho nuevo. Todo es una antena, nosotros somos antenas, la conciencia no es local, pero para que esa conciencia se exprese necesitamos redes de comunicación activas. Volver a tender digamos los cables, en este caso inalámbricos, para por resonancia a través de los antiguos sitios sagrados y las montañas, poder restaurar la comunicación que permita que entre todos podamos construir un mundo mejor, un mundo que hoy necesitamos.
Por favor, reenvíe esta noticia a todas aquellas personas que estén interesadas en participar de la meditación colectiva para restaurar la red etérica planetaria.