Sembrar la luz
Una gema es preciosa por la luz que deja pasar. No lo es por su composición química, es por ese índice de refracción, por sus propiedades frente a la luz, que nos hablan de su patrón de ordenamiento interior .
¿Cuál es tu índice de refracción? ¿Qué has hecho con tu luz? ¿Has sembrado tu luz? ¿Has multiplicado tu luz? ¿O solamente das a la vida la sombra de ser víctima, la sombra de tu queja y de tu amargura? Porque si éstas son las semillas que estás sembrando seguramente ésta es la cosecha amarga que te vas a comer después.
Vamos a sembrar la vida y la vida es luz. La luz es nuestra verdad. Vamos a dejar pasar la luz como hacen las gemas y vamos a enriquecer la luz como lo hace el reino vegetal, para que la luz se convierta en la dulzura de la glucosa; para que tu luz se convierta en la ternura sencilla del amor al cual vas naciendo. Vamos a dejar que esa luz nazca al intelecto, para que del intelecto a la intuición nosotros podamos seguir el sendero de ascenso al alma y nuestro amor sea un amor con discernimiento, un amor pleno de luz y de claridad. Vamos a llevar esa luz a nuestro interior, para que desde el centro, desde adentro nosotros seamos como un fuego en el fuego, llama que no quema la llama, amor del alma.
Jorge Carvajal Posada